sábado, 16 de junio de 2012

Breve historia del kumihimo


Historia

Antiguamente, se trabajaba el trenzado directamente con los dedos sin la ayuda de un tela y los puestos de trenzado eran populares. Se cree que la técnica pudo venir de Europa a través de Asia central, y de ahí llegó a Japón.

La documentación que se conserva sobre el kumihimo es poca ya que solo engloba una pequeña parte de la tradición textil. Los primeros telares usados fueron el marudai y el kakudai. Las técnicas se transmitieron verbalmente, a fin de mantenerlas el secreto entre los miembros de la familia o gremios, esta práctica todavia se conserva en  algunas escuelas.

Dicha artesanía se empezó a desarrollar a partir del período Nara (645 – 748dC), con una paleta básica de morado, magenta, azul, verde, oro y un naranja importado de China. La combinación de estos colores protegía de los malos espíritus. Era costumbre que las mujeres usaran un cinturón hecho con esta paleta para protegerse de la mala suerte. Se pasaba de madres a hijas y no podía mostrarse nunca al marido.

Cuando el Budismo se convirtió en la religión dominante en el período Heian (784 – 1184 dC), supuso un gran auge del trenzado de kumihimo. Eran usados en las ceremonias y también en la decoración de los templos. Los monjes popularizaron el trenzado como forma de meditación. Hoy día se conservan muchos kumihimo que habían sido escondidos en estatuas.

El origen del cintruón llamado “hirao” también comenzó en esta época. Se fabricaba mediante un telar llamado karakumidai, basado en el trenzado chino. El cinturón solo podía ser llevado por el emperador, la emperatriz, el príncipe heredero y los tres niveles más altos de nobles. Medía 2,5m de longitud y entre 15-20 cm de ancho. Se enrollaba alrededor del cuerpo de forma que los extremos delanteros colgaran de la parte delantera.

Durante los dos períodos siguientes (Kamakura y Muromachi 1185 – 1573) la clase guerrera samurai llegó al poder. La demanda de armaduras aumentó considerablemente, creandose así una nueva clientela para los fabricantes de kumihimo. Las placas de la armadura eran unidas mediante cintas trenzadas, que requerían entre 250 y 300 m para cada armadura. En esa epoca era usual sumergir los trenzados en agua helada para hacerlos más resistentes. El kumihimo también fue usado para el mango de las espadas proporcionando un mejor agarre de la mano para así evitar el deslizamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario